¿Cómo se fabrica el champagne?

¿Alguna vez te has preguntado cómo se fabrica el champagne?, pues has llegado al lugar correcto para conocer la respuesta, ya que aquí te contaremos todo al respecto de este interesante tema, para los amantes de la buena bebida.

El champagne

El champagne es una bebida que se diferencia de los vinos tradicionales por la presencia de una característica en particular: su espumoso. Aunque se clasifica como una variedad de vino, en realidad su proceso de fabricación es muy diferente a la del tinto, por ejemplo.

En la actualidad, las cepas empleadas en la producción de vinos espumantes o champagne son el Chardonnay, el Pimot Noir y el Pinot Meunier. Todas estas bebidas comparten una característica en común y es que retienen gases que se disuelven en el vino durante el proceso de la segunda fermentación en el envasado, evitando que el CO2 se libere.

Para la fabricación del champagne es común la utilización de dos métodos principales, los cuales son empleados a nivel internacional.

El primer método es el que se le conoce como tradicional o champegnoise, que debe su nombre a la región en la que se creó (Champagne en Francia).  

Este método se lleva a cabo empleando el mosto producido al utilizar una prensa suave directamente sobre los racimos de uvas empleados como materia prima en la producción de la bebida.

Luego, las levaduras se encargan de fermentar el jugo extraído de las uvas, produciendo un vino seco sin que se requiera de almacenamiento en barriles de madera.

A este vino seco se le añaden las levaduras y el azúcar para luego embotellarlo y almacenarlo de forma horizontal en una bodega de temperatura fría controlada.

Una vez almacenadas todas las botellas, se produce el proceso de segunda fermentación para generar el CO2 en su interior y evitar que se libere.

Posteriormente, pasado el tiempo reglamentario, se inclinan las botellas boca abajo para acumular en el cuello de las mismas las levaduras que han muerto y realizar la extracción del corcho llamado coloquialmente “Degüelle”.

Para finalizar, se retira el contenido de estas botellas de almacenamiento y se rellenan las comerciales, adicionando la cantidad de azúcar deseada según el tipo de champagne determinado y rematando la presentación con un corcho colocado a presión, un bozal de alambre y una cobertura aluminizada.

El segundo método de elaboración del champagne se conoce como charmat y se diferencia del primero porque la reacción de fermentación secundaria es realizada en tanques de gran tamaño que se sellan para lograr que se produzca la reacción de generación de CO2.

Algunos de los espumantes más comunes que emplean este método son el Subercaseaux Extra Brut y el Casillero del Diablo Brut Reserva. Cada uno de ellos con características frescas, frutales, ligeras y minerales.

En contraposición al champagne elaborado a partir de métodos tradicionales, suele gozar de mayor complejidad tanto en el proceso de producción como en la comercialización, notándose en él la presencia de la levadura y convirtiéndolo en un producto ideal para el acompañamiento de comidas gourmet.

En cambio, al emplear el método charmat es posible brindar a los comensales mayor frescura y sabor mucho más frutal, lo que la convierte en una bebida excelente para cualquier hora del día o para acompañar la degustación de tapas.

Además de los métodos de fabricación del champagne, el proceso incluye otros elementos como la selección del color de la botella, el estilo de la misma, el etiquetado y la presentación final para el consumidor, aspectos que son necesarios de considerar a la hora de elaborar esta bebida espumante que cada día cuenta con más fanáticos alrededor del mundo.

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